

Venezuela, además de ser la cuna de las mujeres más bellas, los beisbolistas de grandes ligas, una tiera de armonía y encantos naturales, de gente amable y sencilla; es también una tierra de gracia religiosa, donde la fe está presente en cada uno de sus habitantes.
Esto se demuestra en su manera de hablar, en las continuas visitas a los templos, en ese defender al cuerpo clerical cuando siente que está siendo ofendido injustamente... y por supuesto, en las fiestas de San Juan, en Barlovento, estado Miranda; del Santo Niño, en Mérida y sin dejar de nombrar la Virgen de Chiquinquirá en Zulia; Del Valle, en Oriente y como continuación de ésta, la patrona de Venezuela, la Virgen de Coromoto.
Es por ello, que los venezolanos nos sentimos orgullosos de que la madre de Nuestro Señor nos visite, haciendo de esta tierra, su consentida. Por tal motivo, celebramos este con fervor el día en que María se apareció al cacique de la etnia Coromoto, hace ya 357 años aproximadamente, este 11 de septiembre.
Cuenta la historia, que el indio Coromoto era un aguerrido cacique, que estuvo en desacuerdo con las incipientes prácticas de evangelización que se llevaban a cabo para la época, por cuanto consideraba que los blancos (españoles), sometían a los grupos a su antojo, quitándoles fuerza de voluntad con el "agua".
Es precisamente, la Virgen María quien se aparece a Coromoto para enseñarle que con el "agua" él y su tribu serían salvos. Por supuesto, Coromoto se niega y pretende perseguir a la "Mujer Blanca", quien se desaparece ante su mirada atónita.
Casualmente, cuenta la historia, el encuentro ocurre un 8 de septiembre, fecha que hoy día se festeja su aparición algunos años después en el Valle del Espíritu Santo, de la Isla de Margarita.
Algunos días después, la Virgen vuelve a aparecer cercano al riachuelo, donde Coromoto intentó tomarla a la fuerza y, por segunda vez la "Mujer Blanca" se desaparece, pero para su sorpresa, había dejado su linda estampa en las manos del indio, manteniendo un hermoso niño en sus piernas, el cual además muestra en su mano izquierda el globo terráqueo, mientras que con la derecha, hace su señal de bendición.
El Cacique pretendió esconder la estampa y luego quemarla en su choza, para así acabar con la historia, lo cual no fue posible, debido a que uno de sus pequeños tomó la imágen y la llevó a los sacerdotes, quienes de inmediato comprendieron que había ocurrido un verdadero milagro.
esta linda escena se produjo en la tierra de Guanare, estado Portuguesa, en los llanos venezolanos, donde hoy día se encuentra un bello centro votivo, muy visitado por propios y extraños, cercano a él se encuentra ubicada la toma de agua del riachuelo donde la Virgen de Coromoto hizo su aparición.
La historia comenta, que algunos días después Coromoto fue atacado por una serpiente y en su lecho de muerte pidió ser bautizado, y al acercarse el momento de su muerte no dejaba de nombrar a la "Mujer Blanca", hermosa como ninguna...
Demás está decir, que la advocación mariana de Coromoto, se da en honor al aguerrido Cacique de esta tribu. en el lugar se encuentra una fuente con la imágen de la venerable Madre de dios, donde el turista puede tomar agua, de la cual, según se dice, ya está bendita.
Desde este portal, le invitamos a visitar esta hermosa tierra al oeste de Venezuela, llena de fe y majestad natural, donde quedará maravillado con cada una de sus historias y leyendas.